El hígado es un órgano vital en el cuerpo humano, ubicado en la parte superior derecha del abdomen. Cumple múltiples funciones esenciales, como la producción de bilis para la digestión de grasas, la metabolización de nutrientes y fármacos, la detoxificación de sustancias tóxicas, la síntesis de proteínas plasmáticas y el almacenamiento de vitaminas y minerales. Su buen funcionamiento es crucial para mantener el equilibrio y la salud general del organismo.

¿Cuáles son sus funciones?

  • El hígado convierte los nutrientes absorbidos del sistema digestivo en formas que el cuerpo puede utilizar. Por ejemplo, convierte los carbohidratos en glucosa, que luego puede ser utilizada para obtener energía o almacenada como glucógeno para su uso futuro. También descompone las grasas y proteínas para su utilización y almacenamiento.
  • Produce bilis, un líquido digestivo que es almacenado en la vesícula biliar y liberado en el intestino delgado. La bilis ayuda a emulsificar las grasas, facilitando su digestión y absorción.
  • Filtra y elimina sustancias tóxicas del torrente sanguíneo, incluyendo productos de desecho del metabolismo y toxinas externas como drogas y alcohol. El hígado convierte estas sustancias en formas menos dañinas que pueden ser excretadas por los riñones o el intestino.
  • Produce diversas proteínas plasmáticas esenciales, como la albúmina, que mantiene el equilibrio de fluidos en el cuerpo, y las proteínas de la coagulación que son cruciales para la hemostasia y la reparación de tejidos.

El Hígado Graso

El hígado tiene una notable capacidad para regenerarse y reparar daños, aunque la exposición continua a toxinas o enfermedades crónicas puede llevar a problemas graves como cirrosis o hepatopatías. Mantener un estilo de vida saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y seguir una dieta equilibrada son cruciales para mantener la salud hepática.

Una acumulación excesiva de grasa en el hígado, causada por factores como una dieta alta en grasas y azúcares, obesidad, resistencia a la insulina, consumo excesivo de alcohol, ciertos medicamentos, trastornos metabólicos, falta de actividad física y predisposición genética podría generarnos un hígado graso. El hígado graso, comúnmente conocido como Estenosis Hepática, es una enfermedad generalmente benigna del hígado que se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y de triglicéridos en las células hepáticas. Si no se trata el hígado graso, entonces evoluciona a un hígado graso inflamado, estado conocido como esteatohepatitis.

El hígado graso a menudo no presenta síntomas, especialmente en las etapas iniciales. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen, pueden incluir:


1. Fatiga: Sensación de cansancio y debilidad generalizada.

2. Dolor o malestar en el abdomen: Puede haber una sensación de plenitud o dolor en la parte superior derecha del abdomen.

3. Pérdida de apetito: Falta de interés en comer.

4. Náuseas: Sensación de malestar estomacal.

5. Aumento de peso: Especialmente en la zona abdominal.

6. Hígado agrandado: El médico puede notar un hígado agrandado durante un examen físico.

En etapas más avanzadas, la acumulación de grasa en el hígado puede llevar a una inflamación o daño hepático más severo, que podría resultar en síntomas más evidentes. Es recomendable consultar a un médico si experimentas estos síntomas o si estás en riesgo de desarrollar hígado graso.

¿Qué hacer si tengo un hígado graso?

1. Adoptar una dieta saludable: Consume una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Reduce el consumo de grasas saturadas, azúcares añadidos y alimentos procesados.

2. Perder peso: La pérdida de peso gradual puede ayudar a reducir la grasa en el hígado. La combinación de una dieta saludable y ejercicio regular es efectiva.

3. Hacer ejercicio: Se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.

4. Limitar el alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede agravar el problema del hígado graso, por lo que es mejor limitar o evitar el alcohol.

5. Controlar condiciones asociadas: Mantén controladas otras condiciones como la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto, ya que pueden contribuir al hígado graso.

6. Consultar a un profesional de la salud: Un médico o dietista puede ofrecer un plan personalizado y monitorear el progreso.

Hoy, compartimos contigo dos tips, proporcionados por un especialista, para corregir el hígado graso y que verás resultados en cuanto los empieces a tomar:

Jugo de Apio:

Licuar, con poca agua, 4 Ramitas de apio con todo y sus hojas.  Beber todos los días,  un vaso de 10 onzas, media hora antes del desayuno. 

Té de Boldo:

2 o 3 hojas de boldo, poner a hervir por 3 minutos en un litro de agua y beber durante el dia.  

Ambas bebidas ayudaran con la limpieza del hígado y reducirán la inflamación abdominal.

Recuerda siempre contactar antes con tu médico de confianza, no olvides que tu salud es importante y el cuidado de tu cuerpo es fundamental para un mejor funcionamiento de todos tus organos.