El método Pomodoro, es una herramienta tanto de estudio como de trabajo, y como forma más precisa de definición, podemos decir que es una metodología de productividad.
La base de esta metodología consiste en dividir el tiempo en periodos de 25 minutos. Ni un minuto más, ni un minuto menos. ¿Por qué? Porque lo que se busca con este método es alcanzar el “foco de concentración“: ese estado de focus en el cual solo estás centrado en acabar esa tarea que tienes asignada, sin distracciones de ningún tipo.
Estos bloques de 25 minutos son los que dan el nombre al método; ya que se llaman “pomodoros”. Entre ellos, hay un tiempo de descanso de 10 minutos, cuando ya has hecho cuatro bloques; el tiempo de descanso aumenta a 30 minutos. Esto lo explicaremos más adelante con mayor detalle.
¿Quién lo inventó?
El inventor de este método fue Francesco Cirillo, un estudiante italiano que se dio cuenta de lo improductivas que eran no solo sus sesiones de estudio, si no las de todos sus compañeros en general.
Repetían la misma mecánica de estudiar toda la noche con dosis de cafeína demasiado altas y al final esto afectaba muy fuerte su concentración, pues los niveles de cortisol son demasiado altos y el descanso (imprescindible para cualquier actividad mental), era muy poco. Por lo tanto, acababan cayendo en la trampa de releer una y otra vez el mismo material sin retenerlo en su memoria.
Decidido a mejorar y dejar de lado este bucle de caos, Francesco Cirillo cogió un temporizador de cocina que tenía forma de tomate (pomodoro, en italiano), cronometró un tiempo de 10 minutos en el cual se obligó a concentrarse por solo ese breve lapso, prometiéndole luego una pequeña recompensa.
Y funcionó, siguió probando para ver cuánto tiempo era capaz de mantener ese nivel de concentración de manera continua; y descubrió que su productividad empezaba a disminuir a partir de los 30 minutos, momento en el que empezaba a distraerse, por lo que es ahí que surgen los pomodoros, bloques de 25 minutos máximo
¿Cuáles son sus beneficios?
El método Pomodoro es especialmente idóneo para aquellos a los que les cuesta mantener el foco durante la realización de una tarea, y de esta manera; establecer bloques de tiempo o pomodoros permite:
- Una calidad de concentración más alta: al ser un periodo relativamente corto, permite “forzar” a concentrarse de forma más efectiva.
- Una mejor gestión del tiempo: establecer bloques de tiempo muy precisos permite saber exactamente cuánto tiempo se le está dedicando a una determinada labor, sea estudiar o elaborar un informe.
- De la mano de lo anterior, conocer en qué gestionas tu tiempo y cuánto tardas exactamente en realizar una tarea (o estudiar un tema), te permite saber con mayor precisión en qué estás siendo productivo y por cuánto tiempo, por lo que aumentará sustancialmente tu productividad.
- Mayor sensación de satisfacción: al realizar tus tareas y estar más tiempo concentrado, la sensación de bienestar es mayor. El ser humano tiende a desarrollar gusto a ese sentimiento de haber completado todos los quehaceres que se ha propuesto, por lo que la sensación de triunfo será mayor.
Se gestionan mejor las distracciones: a fin de cuentas entre pomodoros hay periodos de 10 minutos para distraerte y dejar divagar la mente antes de establecer otro bloque de concentración.
¿Cómo se aplica?
- Ordena el espacio en el que vayas a estudiar o a hacer un trabajo.
- Asegúrate de que no recibes distracciones de ningún tipo.
- Quita las notificaciones del teléfono, todas.
- Ten a mano todo el material que vayas a necesitar: bolígrafos o lapiceros, marcadores, resaltadores, regla, manuales, etc. El objetivo de esto es que no pierdas el tiempo buscando nada.
- Márcate un objetivo.
- Coge un cronómetro: Da igual si es el del móvil o un temporizador de cocina, lo importante es que establezcas un periodo de 25 minutos. Es muy importante esto y que no seas tú el que esté mirando la hora o calculando a ojo cuánto tiempo ha pasado, eso solo te distraerá mucho más.
- Durante ese periodo de tiempo: Céntrate en realizar tu objetivo y nada más.
- Una vez suene la alarma de los 25 minutos: Programa de nuevo otra con 10 minutos de descanso y levántate, estírate o distráete con lo que quieras hasta que se acabe el descanso.
- Repite: Estos primeros pasos hasta haber completado cuatro bloques de tiempo, o pomodoros. Terminado el cuarto bloque, haz un descanso más largo, entre 20 y 30 minutos según la fatiga que sientas.